martes, 10 de julio de 2012

06.03 EL VESTUARIO

A lo largo del siglo XVIII encontramos una evolución de la vestimenta que viene marcada por los acontecimientos históricos.
        • Estilo Rococó
          • hasta la Revolución Francesa
        • Estilo Neoclásico
          • tras la Revolución Francesa
  • A principios de siglo aparecieron el ‘vestido volante’ , robe volante (compuesto por un corpiño con grandes pliegues en la espalda ajustados por el corsé) y el ‘vestido a la francesa’, conocido como robe à la française , que fue el traje de etiqueta en la corte francesa hasta la revolución de 1789
  • Los elementos básicos de este atuendo fueron un vestido con falda y sobrefalda y un peto triangular que cubría el pecho y el estómago bajo la abertura frontal del vestido.
  • Eran prendas que se llevaban encima del corsé y guardainfantes, las estructuras encargadas de formar las siluetas.
  • Casaca en brocatel de seda en color verde con decoración floral polícroma. Larga hasta la cadera, con corte en la cintura y pliegues en los laterales que parten de un botón. Los faldones se decoran con carteras de bolsillos. La manga, tres cuartos con vuelta de forma triangular.
  • El tejido corresponde por su diseño a la época de 1730-1740. Estructuralmente se corresponde con las casacas en uso durante la primera mitad del siglo XVIII.

  • Peto de seda verde claro en ligamento raso. Está bordado en seda de colores e hilo metálico entorchado que dibuja motivos florales, y decorado con un encaje de puntos de España. Para completar el conjunto se ha realizado una réplica de la casaca.
  • Este tipo de petos bordados cerraban por delante los vestidos femeninos del siglo XVIII: jubones, casacas y batas, éstas últimas conocidas internacionalmente como "robe à la française". Por la forma y mayor tamaño que en períodos anteriores, se puede datar entorno a 1740-1760.
  • Bata en pekín de seda con decoración floral. Larga y abierta por delante, nos permite ver la falda de debajo. En la espalda, partiendo del escote, los pliegues planos se abren hasta el bajo del vestido a modo de cola. Va decorada en los perfiles delanteros con una aplicación de bandas de tela tableada.
  • Este vestido, conocido internacionalmente como “robe à la française”, en España recibió el nombre de bata. Se caracteriza por los pliegues planos que parten del cuello, recorren toda la espalda y terminan en una cola. El tejido nos habla de un diseño que, por la técnica y la disposición decorativa, hace su aparición alrededor de 1760.
  • Chinelas altas, realizadas en tejido con fondo de gros de Nápoles en seda color marrón, brocado en dorado y seda polícromas. Tienen la punta estrecha y corta y el tacón de carrete forrado en cuero, igual que la suela. Llevan la boca ribeteada con una cinta flecada de seda de color salmón.
  • La marca de zapatero va estampada de perfil circular con dibujo radial. Tres marcas en la suela de ambos zapatos.
  • Zapatos de ante color verde, decorados con aplicación de cintas de seda en ligamento de gros de Nápoles, dispuestas en paralelo. La pala es alta, con forma de oreja trapezoidal, y la puntera muy pronunciada. Se cierran con hebilla rectangular de dos uñas, enriquecida con cristales que imitan diamantes de talla antigua, engastados sobre cuatro garras. El tacón, muy alto, y la suela son de cuero y están pespunteados en hilo de algodón color blanco.
Los zapatos femeninos del período rococó se caracterizan por su elevado tacón, situado en la combadura del pie para dar mayor estabilidad. Durante el siglo XVIII no hay diferenciación en la horma entre el pie derecho y el izquierdo
  • Mitones cortos tejidos en seda azul y enriquecidos con hilo metálico plateado en las costuras y en la decoración de los costados. La boca del mitón se remata con una decoración de punto calado. La pala muestra un brocado en lámina de metal dorado con motivos vegetales esquemáticos. Rococó
  • Guantes largos hasta el antebrazo realizados en piel de cabritilla y con la boca recortada a tijera. Son de color beige y llevan decoración bordada en hilo de seda con motivo floral a modo de ramo asimétrico ascendente.
  • Abanico tipo “esqueleto” con país doble: en el anverso representa una escena campestre con un paisaje acuático, mientras que en el reverso reproduce una escena galante de tres parejas en una fuente. En las guardas está embellecido con un medallón con una figura femenina. El varillaje, calado, está grabado. Tiene calvillo de remache sobre la virola de metal dorado. Francia Estilo Luis XVI
  • Pequeña bolsa rígida con base circular y boca fruncida mediante cordones de seda de color rosa con borlas. Está realizada en tafetán de seda color beige y con forro de tafetán de lino color rosa. Se decora con bordado erudito floral simétrico en torno a una flor de ocho pétalos, en sedas polícromas, hilo metálico dorado y lentejuelas.
  • Chupa en tafetán de seda de color azul. Los delanteros están cortados en una pieza, cuerpo y faldones; éstos con perfiles rectos. Lleva cuello a la caja y bolsillos con carteras.
  • La chupa fue una prenda imprescindible en el traje "a la francesa". Se vestía sobre la camisa y debajo de la casaca. Su estructura la sitúa cronológicamente alrededor de 1760.
  • La Revolución adoptó una manera de vestir como objeto de propaganda ideológica de la nueva era. Aquellos que todavía vestían ropas de seda extravagante y de vivos colores eran considerados antirrevolucionarios. De esta manera, el vestido camisero, llamado así por su parecido con una camisola de ropa interior, se convirtió en la moda dominante. Su simplicidad marcaba un fuerte contraste con los complicados vestidos rococó de la época anterior.
  • El vestido camisa, con cintura alta y cuerpo y falda de una sola pieza tenían una línea clara y tubular.
  • El material más utilizado era el simple algodón.
  • Polonesa en seda listada de color salmón y decoración a base de tejido aplicado en tafetán de seda verde.
  • Este vestido, conocido internacionalmente como “robe a la polonaise”, en España se llamó “polonesa”, y estuvo de moda durante el reinado de Carlos III. El rasgo más característico de este vestido fue la falda abullonada en tres partes por medio de un cordón deslizante. La identidad española de esta polonesa la dan los elementos decorativos, como el drapeado de las hombreras que tapan las costuras de los hombros.
  • Vestido de seda amarilla labrada en dos tonos. Largo con escote redondo se cierra por la espalda. Mangas cortas muy estrechas y en la bocamanga encaje de lino a la aguja. El perímetro del escote y bocamangas están decorados con una cinta de seda verde tableada. La misma cinta decora todo el delantero dispuesta en él a modo de peto. Neoclasicismo 1780
  • Este vestido que, a diferencia de la bata, estaba ceñido en la espalda siguiendo la moda del vestido a la inglesa, en España fue conocido como vaquero hecho a la inglesa. Este vaquero de niña es muy similar al que lleva Maria Teresa de Borbón niña en el retrato que Francisco de Goya realizó en 1784
  • Jubón en brocatel de sedas policromas sobre fondo de faya francesa en color beige. Entallado al torso y con gran escote redondo en el delantero. La espalda remata en el borde inferior en una pequeña cola. La manga es larga y estrecha con forma en el codo.
  • Este cuerpo femenino, comúnmente llamado en la España del siglo XVIII jubón, también fue conocido por el nombre de pirro, "pirrot" en Francia. La hechura de este jubón, con su significativa cola, lo situa en las últimas décadas del siglo.
  • Jubón en seda labrada de color azul y en tafetán de seda en color marfil. Con cuello de tirilla y manga larga y estrecha. La espalda remata en su borde inferior en una cola. Va decorado con una aplicación de cordoncillo en seda e hilos metálicos dorados entorchados en hilo de seda.
  • Rafael Mengs retrata a la marquesa del Llano con uno similar (Real Academia de San Fernando, Madrid). También Francisco de Goya, en el cartón de "El Pelele" (Museo del Prado) nos muestra a las mujeres vistiendo jubones de estas características.
  • Vestido de batista blanca, bordado con lentejuelas doradas y cadeneta verde de tema floral. Neoclasicismo. 1795-1805
  • Después de la Revolución Francesa el vestido femenino buscó inspiración en el mundo greco-romano. Ejemplos similares aparecen en el "Journal des Dames et des Modes de la época".
  • Zapatos de mujer de tacón muy bajo, realizados en seda de color verde en ligamento tafetán. El tacón es de cuero, al igual que la suela. El interior está forrado de piel, con la talonera reforzada con cartón, mientras que el exterior lo está con una cinta de seda. Llevan toda la boca ribeteada con una cinta de algodón en tafetán, también de color verde, con un pompón de seda en el centro de la pala.
  • 1795 -1800. Tras la Revolución Francesa y el cambio de moda en la indumentaria femenina, el tacón del zapato de mujer pierde altura hasta casi desaparecer. Durante el siglo XVIII no hay diferenciación entre la horma del pie derecho e izquierdo.
  • Zapatos escotados con dos piezas de tafetán labrado color beige unidas por el talón. Se adornan con bordados en hilo de seda lasa a partir de un trébol de cuatro hojas que ocupa el centro de la pala. Tacón -medio- y suela están realizados en cuero pasado a pespunte con hilo de algodón de color blanco.
  • Zapatos de similar horma y con punta afilada los llevan diferentes mujeres retratadas por Francisco de Goya, como Tadea Arias de Enriquez, cuadro que está en el Museo de Prado, o la Duquesa de Alba, en la Hispanic Society of America de Nueva
  • Par de cierres de pulsera en forma de medallón con ventana oval, rodeada por un festón al aire con estrás embutido. En cada ventana se dispone una miniatura, una dama y un hombre joven, respectivamente. En el reverso sólo se conserva una de las asas de la pulsera, con cinco perforaciones, y falta el resto de los elementos. Marca ilegible. París
  • Compuesto de casaca, chupa y calzón, en tafetán de seda con aplicación de bordado recortado y aplicado en sedas policromas. La casaca, larga hasta las rodillas con pliegues en los laterales y abertura en la espalda. La manga, larga, con forma en el codo y vuelta decorada con botones, al igual que las carteras de los bolsillos. La chupa, con cuello a la caja, cuerpo de perfiles rectos y faldón trapezoidal.
  • La hechura coincide tipológicamente con las casacas de alrededor de 1770.
  • Conjunto formado por casaca y chupa, en terciopelo cincelado de seda en color marrón. Va ricamente guarnecido con una aplicación de cordoncillo metálico, lentejuelas y talcos, que van dibujando motivos florales. Este conjunto responde a los vestidos "a la francesa" que estuvieron de moda durante el reinado de Carlos III, en los que se observa la aplicación del cuello de tirilla, el desplazamiento de los pliegues laterales hacia la espalda y una tendencia hacia la sencillez en los motivos decorativos.
  • Conjunto formado por casaca, chupa y calzón en tafetán de seda de color rosa palo, con pequeños motivos verdes. Las tres piezas cuentan, como único elemento decorativo, con la belleza del propio tejido.
  • El tejido nos remite a los años setenta del siglo XVIII. Sin embargo, elementos de la hechura, como el cuello de tirilla, o la ausencia de decoración aplicada le acerca a la última década de este mismo siglo.


     













No hay comentarios:

Publicar un comentario